El párroco Wilfrido Aguilera no permitió que efectivos policiales de la comisaría local desalojaran a varios vendedores de piña y melón. Supuestamente, la intendenta Norma Zárate (ANR) ordenó el desalojo por cuestiones políticas.
El religioso tuvo conocimiento del hecho que se registró anoche en la acera de la ruta que une Paraguarí con Villarrica cuando agentes policiales intentaron desalojar a dos vendedores de los diez que están en el sitio.
El sacerdote Aguilera dijo que quedó anoche con los vendedores hasta las 23:00 y que está en alerta constante. Agregó que lo van a desalojar primero a él y luego a los comerciantes. “Yo no voy a permitir que le jueguen a los humildes productores que solo quieren vender sus productos para llevar el pan de cada día a sus hogares”, dijo el religioso.
Agregó que le exigió a los policías que le exhibiera alguna orden si tenía, pero como no lo hicieron, les dijo que “se vayan y dejen de joder a la gente humilde y luchadora que solo bajan sus productos de la compañía Cerro Rokê para poder vender”.
Manifestó que es una vergüenza la forma que persiguen a sus propios correligionarios. “Esto es una persecución política, porque el vendedor es de otra lista, y ahora le quieren desalojar para demostrar que manda”.
Juan León, uno de los vendedores, manifestó que el lunes fue para pagar su patente a la Municipalidad por el sitio que ocupa en la acera de la ruta, pero no lo recibieron. Dijo que salió un funcionario y le indicó que la intendenta Norma Zárate no autoriza que se le cobrara, y luego a la siesta ya le envió una notificación de desalojo.
Al respecto, la intendenta Zárate manifestó que la familia León llegó al lugar y bajaron sus mercaderías sin permiso, pero que eso no es tan importante, ni que pague o deje de pagar su patente.
Agregó que existe queja de los demás vendedores, principalmente de las mujeres, porque los hombres son prepotentes y hacen sus necesidades en la calle, frente a niños.
Manifestó que solo quieren ensuciar su imagen y que el caso no es una cuestión política entre la lista 2 y lista 3, sino una situación real de convivencia entre los vendedores.
“Porque si quería desalojarles, no me costaba nada sacar una resolución y hacer cumplir”, sentenció la intendenta.
Fuente: Abc color