River Plate derrotó a Boca Juniors por 2-0 en el Monumental, en el partido de ida de la primera semifinal de la Copa Libertadores. Los goles del “Millonario” los anotaron Rafael Borré de penal, a instancia del VAR a los 7 minutos, e Ignacio Fernández a los 70.
Luego de 296 días de aquella final en Madrid, los dos equipos más importantes de Argentina volvieron a encontrarse por la Copa Libertadores en una verdadera fiesta del fútbol sudamericano. En el comienzo del partido hubo una primera explosión de las tribunas con el penal sancionado por el árbitro Raphael Claus con ayuda del VAR que el colombiano Borré convirtió.
La tensión fue la reina de la noche porque si bien el público local se tranquilizó con la diferencia inicial, la instancia de semifinal de superclásico generaba que los tiempos de cánticos y silencio se alternaran.
El segundo gol de Ignacio Fernández marcó el inicio de un festejo que dejó rojas las gargantas de los simpatizantes locales y ardidas las palmas de tanto aplaudir para reconocer el juego y la entrega de sus jugadores.
Luego de 296 días de aquella final en Madrid, los dos equipos más importantes de Argentina volvieron a encontrarse por la Copa Libertadores en una verdadera fiesta del fútbol sudamericano. En el comienzo del partido hubo una primera explosión de las tribunas con el penal sancionado por el árbitro Raphael Claus con ayuda del VAR que el colombiano Borré convirtió.
La tensión fue la reina de la noche porque si bien el público local se tranquilizó con la diferencia inicial, la instancia de semifinal de superclásico generaba que los tiempos de cánticos y silencio se alternaran.
El segundo gol de Ignacio Fernández marcó el inicio de un festejo que dejó rojas las gargantas de los simpatizantes locales y ardidas las palmas de tanto aplaudir para reconocer el juego y la entrega de sus jugadores.
Luego de 296 días de aquella final en Madrid, los dos equipos más importantes de Argentina volvieron a encontrarse por la Copa Libertadores en una verdadera fiesta del fútbol sudamericano. En el comienzo del partido hubo una primera explosión de las tribunas con el penal sancionado por el árbitro Raphael Claus con ayuda del VAR que el colombiano Borré convirtió.
La tensión fue la reina de la noche porque si bien el público local se tranquilizó con la diferencia inicial, la instancia de semifinal de superclásico generaba que los tiempos de cánticos y silencio se alternaran.
El segundo gol de Ignacio Fernández marcó el inicio de un festejo que dejó rojas las gargantas de los simpatizantes locales y ardidas las palmas de tanto aplaudir para reconocer el juego y la entrega de sus jugadores.
Fuente: ABC Color