Francisco sin dudas marcó una iglesia desde la periferia y la elección del nuevo papa así lo determina.
Si bien nacido en Estados Unidos, su corazón está en Perú, como quedó evidenciado al romper el protocolo en su saludo en español a su vieja diócesis de Perú, en Chiclayo, donde el nuevo pontífice desarrolló gran parte de su vida pastoral.
El padre Alberto Luna, sacerdote jesuita paraguayo, compartió sus reflexiones en una entrevista con Radio Primero de Marzo.
“Su mensaje, a pesar de haber nacido en Estados Unidos, no se dirigió a EE. UU., se dirigió a su diócesis en Perú. Eso dice mucho sobre dónde está su corazón”, afirmó el padre Luna, destacando el fuerte lazo del nuevo papa con el país sudamericano, particularmente con la diócesis de Chiclayo, donde fue obispo durante varios años.
Luna expresó una profunda emoción personal:
“Alegría, agradecimiento a Dios y confianza, eso es lo que yo siento”*, afirmó, subrayando la cercanía espiritual que percibe en el nuevo líder de la Iglesia Católica.
Además, recordó el rol destacado que Prevost tuvo durante el pontificado de Francisco.
“Era una persona cercana al papa Francisco, lo puso al frente de un dicasterio importante, el que se encarga del nombramiento de los obispos, por lo tanto, era una figura muy conocida y respetada dentro de la Iglesia”.
Una de las señales más comentadas ha sido el nombre elegido por el nuevo papa. Para Luna, no es un detalle menor.
“Es una persona que tiene, evidentemente, un compromiso social, porque su nombre, León XIV, dice mucho. León XIII fue el primer papa en escribir una encíclica sobre el trabajo humano, defendiendo la dignidad del trabajo”, explicó. Y concluyó: “Ese gesto indica una sintonía clara con el papa Francisco, una continuidad en el servicio a los más necesitados”.
Fuente: Megacadena