Los alumnos estudian a la intemperie, sin libros, sin acceso a agua potable, ni baños. Autoridades departamentales y del MEC hacen caso omiso al pedido de construcción de un aula, denunciaron.
Más de 20 niños indígenas de la comunidad Isla Porã del pueblo Ava Guarani, de la colonia Santa Bárbara, del distrito de Santa Rosa del Aguaray, estudian bajo un precario techo con chapa de zinc y soportan frío, lluvias, el viento sur, la falta de agua y el acceso a baños adecuados. Los padres construyeron la estructura al no tener respuestas de las autoridades de educación.
Solo cuentan con diez pupitres para 22 alumnos y un docente que enseña desde el preescolar hasta el segundo grado. No tienen ni tiza. Los padres expresaron que presentaron notas de pedido a las autoridades locales, departamentales y hasta al Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), pero no hay respuestas a los reclamos.
Los alumnos tienen ganas de aprender. Los padres están conscientes de la importancia del acceso a la educación. Lamentaron la falta de interés de las autoridades, la cual presumen que es porque son indígenas, señalaron los líderes.
UNA Y OTRA VEZ. El cacique Mario Aguirre, líder de la comunidad Isla Porã, lamentó la falta de sensibilidad de las autoridades locales, departamentales y nacionales. Explicó que en innumerables ocasiones llegó a la Municipalidad de Santa Rosa del Aguaray y hasta al Ministerio de Educación y Ciencias para solicitar la construcción de aulas y provisión de mobiliarios, pero no obtuvo respuesta.
Esta comunidad de la parcialidad Ava Guarani se habilitó hace cinco años. Cuenta con 50 familias y desde entonces piden la construcción de una escuela en el sitio. Siempre hubo promesas, pero nunca se cumplieron, por lo que este año los padres decidieron colaborar para la compra de chapas y conseguir maderas para levantar el pequeño rancho que llaman Escuela Básica Nº 8234.
“Nuestro problema no solo es en la educación, pero es el más grave. Tampoco contamos con agua potable, acarreamos desde un pozo ubicado a cinco kilómetros de este lugar y esto sumado al mal estado de los caminos. Nuestros niños tienen deseo de estudiar, es por eso que construimos este galpón que es precario, sin paredes, sin agua ni baños, pero aguardamos que las autoridades dejen de mentirnos y nos construyan aunque sea un aula”, solicitó Aguirre.
Los niños no cuentan con libros de textos, útiles, baños, paredes, tiza, ni agua potable, en la comunidad educativa.
“Hago lo que puedo con ellos, tienen muchas ganas de aprender, pero lastimosamente no tenemos materiales didácticos”, dijo el docente Melanio Aguirre.
Fuente: Última Hora