Según los datos oficiales provistos por los diversos Estados que integran la región Americana, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), dio a conocer un informe respecto a la pobreza en el hemisferio.

Los reportes consolidados refieren que, el 51,3% de la población, vive en situación de pobreza. Asimismo, las franjas etarias o el segmento que más la padece en esta situación son los menores de edad: un 40,6%.
El Instituto Nacional de Estadísticas, informa que en los dos últimos años cerrados, 2022 y 2023, la pobreza infantil peligrosamente se acercó al 40%. Con precisión, durante el 2022 los infantes y adolescentes en situación de pobreza fueron el 36% de la población y para el 2023, este guarismo se redujo a 32,8% y de este segmento, los que viven en una situación de extrema pobreza es el 7,8%.
En términos geográficos, la capital del país es donde la incidencia es menor, con un 17,5% de la población total. Le siguen los Departamentos Central y Presidente Hayes con 21,8% y 26,8% respectivamente; Cordillera Amambay y Alto Paraná entre 32 y 33%; Misiones con 37,7 y Ñeembucú con 39,5%; Paraguarí, San Pedro, Itapúa, Caaguazú y Guairá entre 40 y 43%; Caazapá 45%; Canindeyú 45,9% y Concepción, es el departamento con mayor pobreza infanto-juvenil con un 48%.
Lamentablemnete, no se cuentan con datos del departamento de Boquerón y Alto Paraguay.

NÚMEROS ROJOS CON LOS QUE NO HABRÍA QUE JUGAR
Recordemos que, la pobreza está asociada con la desnutrición y esta última, impacta en el desarrollo infantil temprano, lo cual a su vez está asociado a la construcción de capacidades que como seres humanos estos menores necesitará para su desenvolvimiento adulto futuro.
En síntesis, un problema del presente con importante impacto en el futuro.
Fuente: Megacadena